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5 Deshumidificadores bajo consumo disponibles en Stock
Si la humedad de tu domicilio es muy alta, la mejor solución es un deshumidificador de bajo consumo que cumpla con la función de mantener tu hogar en un rango de humedad adecuado y con la de hacerlo consumiendo la mínima luz posible.


Un deshumidificador de bajo consumo es un dispositivo de tratamiento del aire que reduce la humedad ambiental de forma eficiente, utilizando menos electricidad que los modelos tradicionales. Su función principal es extraer el exceso de vapor de agua presente en el aire, evitando problemas como moho, malos olores o sensación de ambiente cargado, pero con un gasto energético optimizado.
En comparación con los deshumidificadores convencionales, los de bajo consumo ofrecen un rendimiento similar en los espacios domésticos, pero con una reducción notable en la factura eléctrica. Estos tan eficientes, son especialmente recomendables para hogares donde se requiere un uso frecuente o prolongado.
El consumo eléctrico de un deshumidificador depende principalmente de su potencia, capacidad de extracción y tiempo de uso. En general, los dispositivos domésticos convencionales trabajan con potencias que oscilan entre 400 y 700 W, lo que supone un gasto aproximado de 0,40 a 0,70 kWh por hora de uso. Si se emplea unas 8 horas diarias, el consumo mensual puede alcanzar entre 90 y 170 kWh, siempre condicionado por la humedad y el tamaño de la estancia.
Un deshumidificador de bajo consumo suelen tener potencias de entre 150 y 300 W, lo que equivale a un consumo aproximado de 0,15 a 0,30 kWh por hora. Usándolo unas 8 horas al día, el gasto mensual ronda entre 35 y 70 kWh, bastante inferior al de los deshumidificadores convencionales.
Un deshumidificador de bajo consumo puede estar enchufado varias horas al día sin problema, ya que está diseñado para un uso prolongado y eficiente. Lo recomendable es entre 8 y 12 horas, ajustando según la humedad ambiental de la habitación. Gracias a sus modos automáticos, evita un gasto innecesario de electricidad.


El mantenimiento de un deshumidificador de bajo consumo es sencillo. Lo primero es vaciar y limpiar regularmente el depósito de agua para evitar la acumulación de bacterias o malos olores. También conviene revisar y lavar el filtro de aire cada pocas semanas, ya que retiene polvo y partículas. Mantener el aparato en una superficie nivelada y con espacio alrededor mejora la circulación de aire. Además, es recomendable limpiar las rejillas con un paño seco y comprobar que la entrada y salida de aire no estén obstruidas. Con estos cuidados, se prolonga su vida útil.
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