Conoce el etiquetado energético de los electrodomésticos en detalle

¿Aún no conoces como funciona el etiquetado energético de los electrodomésticos? Lo que se ha intentado conseguir ha sido que con el etiquetado energético, los clientes se fijen en esta etiqueta para considerar la eficiencia energética como un factor más a tener en cuenta a la hora de comprar un gran electrodoméstico. Al mismo tiempo, se quiere promover el ahorro energético y la protección del medio ambiente.  

Lo primero que debes saber es que este etiquetado es obligatorio para los siguientes electrodomésticos: frigoríficos, congeladores, lavadoras, secadoras, lavavajillas, televisores, hornos, monitores y aires acondicionados. 

Etiquetado energético de electrodomésticos de la Unión Europea.

¿Quién establece estas normas del etiquetado energético de electrodomésticos?  

La encargada de estas normas es la legislación Europea. Todos los nuevos electrodomésticos que se vendan en la UE deben contar con su correspondiente etiqueta energética, obligatoriamente. Hoy en día podemos encontrar 7 tipos de clase energética. Estas letras están ordenadas según los colores, del verde al rojo y de la letra A a la G

¿Puede variar la normativa de etiquetado energético de electrodomésticos?  

La respuesta es sí. Lo cierto es que este etiquetado energético se revisa cada 4 años y se valoran las posibles mejoras. La razón es que año tras año los electrodomésticos incorporan nuevas tecnologías, nuevos avances y también debido al aumento de la demanda. 

¿Cómo era la anterior etiqueta energética en electrodomésticos? 

Quizá te suene que antes las etiquetas más eficientes eran la A+++, A++ y A+. Las que suponían un consumo moderado eran la A y la B. Por último, las que suponían un alto consumo y por siguiente un mayor gasto en la factura de la luz, la C y la D. Ojo porque todavía puedes ver algunos productos que usan este tipo de etiquetas.

Etiquetado energético de electrodomésticos antiguo.

¿Cuál es la diferencia entre el etiquetado actual y el antiguo? 

Como pasa con todo en la vida, las cosas evolucionan y cambian. En cuanto nos acostumbramos a algo, lo actualizan o lo mejoran, lógicamente. Por eso, la etiqueta de eficiencia energética ya no incluye las clases A+++, A++ y A+. La etiqueta se unifica en una clasificación de la A (la más eficiente) a la G (la más derrochadora), ya que es mucho más rentable para los clientes. Todo esto fue pensado para que los ciudadanos tuviesen una información más clara y precisa de lo que gasta en su electrodoméstico. 

¿Cómo son las etiquetas? 

Para la mayoría de los electrodomésticos, la etiqueta indica el consumo absoluto de energía, además de la escala de la etiqueta, con el objetivo de permitir a los usuarios prever el impacto directo de su elección sobre su factura de la luz. 

Todos los electrodomésticos deben llevar esta etiqueta en una parte visible y además, incluyen códigos QR que ofrecen información para comparar distintos electrodomésticos y ayudarnos a tomar la decisión final de la compra. 

Por ejemplo, este Aire acondicionado portátil Daitsu APD 12FCX  es un electrodoméstico que cuenta con su respectivo etiquetado D, pero todavía muestra también el A+ al que pertenecía su anterior etiqueta. Por lo tanto, se sigue utilizando en muchos casos el antiguo modelo de etiquetado porque la gente todavía no ha asimilado el sistema actual. 

    Por otro lado, productos como el Frigorífico Bosch KGN36VWED E Clase E ya solo muestran la etiqueta que le corresponde, la que lleva desde 2021 implementada y advierte al usuario de su color naranja en la etiqueta de consumo de Clase E

    Un etiquetado energético de electrodomésticos mucho más eficiente 

    Esta etiqueta energética en electrodomésticos nos ayuda a ahorrar a cada consumidor unos 490 euros al año respecto al anterior etiquetado, que se dice pronto. Lo que a nivel europeo supone un ahorro de 200.000 millones de kilovatios hora, el equivalente al consumo energético anual de los países bálticos. 

    Las etiquetas siempre tiene que estar a color, adheridas al electrodoméstico y en una parte visible (fuera del producto y en la parte frontal). En cualquier caso, la etiqueta expuesta debe resultar claramente visible e identificable para el cliente. 

    Desde Milar te informaremos de posibles cambios y de nuevos avances del mercado en el cuidado del medio ambiente (si es un tema que te interesa, no te puedes perder nuestro artículo de movilidad sostenible) y en el cuidado de electrodomésticos, y puedes encontrar información más específica sobre el consumo de electrodomésticos, como nuestro artículo de cuánto consume un frigorífico. Y Recuerda… ¡Fíjate en la etiqueta energética!